"No deja de sorprender. El Papa Francesco ha sumado uno más a sus ya muchos gestos de sencillez que hasta ahora definen su trayectoria. Esta vez, no dudó en pararse y bajarse de su coche cuando transitaba por una carretera de Calabria para bendecir a una joven con parálisis cerebral.

"Una gran emoción la que hemos sentido -comentó posteriormente a los medios la hermana de la joven enferma-. ¡Gracias, Papa Francisco!"."